Chingotto y Galán, cabeza, corazón y una remontada mundial para escribir historia

Ale Galán de rodillas. Mil y mil veces antes, eso habría significado rendición, derrota, dolor. Pero no esta vez. Esta vez es el maravilloso epílogo de una remontada épica, con un Fede Chingotto de acero a su lado. Galán de rodillas un segundo después de ganar el Mundial, con las manos en la cara y Chingotto saltándole encima, trepando sobre su compañero como lo hizo durante dos horas contra los número uno del mundo, Coello y Tapia. Ale y Fede, allá arriba, en una noche mágica que se convierte en Mundial, porque los “Chingalán” han ganado la FIP World Cup Pairs. Pusieron toda la fortaleza mental, la resistencia y el temple necesarios para darle la vuelta a un partido que, tras el primer set, parecía completamente perdido y que, en muchos momentos del segundo, volvió a pender de un hilo.

Y sin embargo, no. Esos dos lo dieron vuelta tirando de todo lo que tenían dentro. “El año pasado solían superarnos con más claridad, pero este año hemos mejorado mucho y sentimos que tenemos un nivel de juego superior”, decía Ale tras la semifinal. Tal vez ya intuía lo que estaba por venir. Y al final, sucedió. Él y Fede conquistaron un título que los graba para siempre en la historia y que, además, reabre la pelea por la Race: gracias a la victoria de esta noche, la distancia con los líderes se reduce a 680 puntos, y la carrera hacia las Finalsde Barcelona está más viva que nunca. En resumen, Galán y Chingotto tienen ya en Dubái la posibilidad real de asaltar el primer puesto.

SALIDA A MIL En la Arena Kuwait —con un lleno total y 4.700 personas en las gradas del Central Court BNK— el partido comenzaba con el recuerdo de aquel 6-0 en el tercer y decisivo set de Milán P1, ganado por los “Chingalán” en el último enfrentamiento directo entre los “Fab Four”. Una de las muchas chispas que prometían otro duelo fantástico: las ganas de revancha de los número uno tras la dura derrota en Italia fueron el leitmotiv de la primera parte del encuentro, con un break en el segundo juego que marcó el tono del inicio. Bastaron veintisiete minutos para cerrar el set por 6-2, con un Arturo arrollador ante dos rivales casi impotentes ante la fuerza del “King” y de Tapia.

CABEZA Y CORAZÓN Pero bastaron unos minutos en el banquillo para un reinicio total. Al volver a la pista, los número dos del cuadro cambiaron actitud y juego, sin conceder nada más a Coello y Tapia. Que, poco a poco, se fueron descomponiendo: siete bolas de break desperdiciadas pesaron como una losa en la actuación de Arturo y Agus, mientras que, con 5 iguales, a Galán y Chingotto les bastó una para romper y cerrar el set por 7-5. Al final del partido, el dato de break points habla por sí solo: un 50% de efectividad para los Chingalán, apenas un 16% para Coello y Tapia.

ALEGRÍA Y LÁGRIMAS A partir de ahí, el partido tomó un rumbo definitivo: Chingotto y Galán fueron imparables, juego tras juego, mientras Tapia y Coello perdían precisión y eficacia, sin encontrar soluciones para detener el vendaval rival. El punto del 5-2 para los número dos resume el partido: un remate flojo de Coello, recuperado fuera de la pista por “Chingo”, que firma el break decisivo. Y en el juego siguiente, tras fallar el primer match point, una bola de Tapia en la red desató la fiesta: Fede y Ale, de rodillas y entre lágrimas, celebrando un título histórico. Después de esta noche, la lucha por el trono mundial vuelve a arder más que nunca.